Año de nieves, año de bienes

Año de nieves, año de bienes es un dicho positivo que en épocas de cambio es bueno recordar pues ya se sabe que la economía tiene mucho de psicológico y los estados de ánimo se alimentan con el pensamiento, así que cuando veo llover prefiero pensar que el tiempo augura prosperidad para el negocio y esto levanta los ánimos y ayuda a vencer las dificultades propias de las obras.



Los tinaos de las calles tienen una función de proteger al viandante de la lluvia, en estos días los campesinos no tienen faena en el campo, la naturaleza los alimenta y después de alimentar a los animales domésticos aprovechan para preparar leña para las chimeneas.
Antiguamente los golpes de hacha y actualmente la motosierra ponen el sonido habitual en la vida cotidiana; en día de lluvia son los tinaos, el punto de encuentro de vecinos donde intercambiar las últimas novedades del pueblo.
El tinao es el lugar idóneo para partir las almendras, nueces, etc. y así tenerlas listas para la comida.
He visto a mi vecino limpiar de broza un resto de garbanzos de la tierra, que me ha explicado que son más pequeños y la mata echa menos pero a cambio son más resistentes a las sequías y a las plagas ya que el cultivo de esta legumbre no requiere mucho cuido, aguanta hasta quince días sin riego pero produce menos semilla y por eso los pocos cultivadores prefieren el garbanzo importado.
El garbanzo autóctono alpujarreño, semilla heredada de los antepasados, resulta muy tierno y cremoso aunque el tiempo de cocción es más prolongado que se puede aliviar aumentando el proceso de remojado previo y añadiendo una bolsita de cola de caballo que aporta minerales, como el Silicio, que aceleran el cocinado.
Así que en días de lluvia un buen plato de potaje aporta la energía necesaria para incluso buscar "el trébol de cuatro hojas".

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