Preliminares : Hacer vacio

La mayoría del mobiliario era para regalar, sobre todo había elementos de dormitorios, somieres, colchones, mesitas, cabeceros...y luego las sábanas y mantas... han tenido un éxito grande entre los amigos, vecinas y otras personas que se acercaban a solicitar algo... el espíritu del hostal permanece repartido entre mucha gente.
Un objeto tiene una historia, una energía intrínseca y en épocas de limpieza es buen momento para reflexionar si todavía es necesario o hay que dejarlo ir; hay muebles que han acompañado siempre a la familia y que de pronto los observas y dices: para regalar, sin embargo hay objetos que son claramente para reutilizar, porque el alpujarreño tradicional es "económico" en esencia, tiene una tendencia natural al reciclado.
Como lo que se vive fuera es un reflejo de lo que hay dentro, es necesario vaciar para que puedan surgir los gérmenes de lo nuevo; cuánto más grande es el cambio más importante es crear espacio libre.
Observar los esquemas mentales-emocionales para ver si son apropiados a este momento o hay que dejarlos ir, porque se ha convertido en un trasto que te hace tropezar, es decir que a veces no avanzamos debido a los propios pensamientos.
Personalmente es un buen momento para revisar y liberar algunas emociones que se pueden ocultar mediante "las justificaciones", abrir el corazón a la luz y al amor para que las sombras del reproche, temor, duda... queden diluidas por la energía. El dar y recibir el contento de la gente, libera mucho espacio.
En estos momentos tengo absoluta fe en que los pasos que estamos dando es por la gracia y en equilibrio con el universo.
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